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martes, 29 de marzo de 2011

Entrevista dietista Amaia Diaz de Monasterioguren

Amaia es una nutricionista vasca que acaba de presentar su libro “Mi bebé come sano”,  en el que ofrece a los padres consejos profesionales para una alimentación infantil equilibrada y recetas para cocinar con Babicare BBrobot (producto similar al BabyCook de Beaba vendido en las tiendas de imaginarium). 
He leido una entrevista de la dietista que me gustó bastante, principalmente la parte en que se refiere a las ensaladas. Aqui os reproduzco la entrevista concedida al diario Deia.com de Vizcaia.

¿Cómo se consigue que los bebés coman sano?
Con mucho cariño y paciencia. Esto no se consigue de la noche a la mañana. Hay que ir poco a poco.

¿Desde qué edad se puede empezar a educar el paladar de un niño?
Desde que es un bebé y deja la lactancia materna, que suele ser cuando tiene seis meses aproximadamente. A partir de ese momento hay que ir haciendo trucos para que el bebé se vaya acostumbrando a otros sabores.

¿Qué tipo de trucos? 
Por ejemplo, en las frutas. Si la naranja es ácida se combina con una compota de manzana y plátano. En los primeros meses el bebé tiende más a los sabores dulces, ya que está acostumbrado a la leche materna, pero a partir de un año, hay que darle ensaladas.

¿Ensaladas?
Sí, bien cortaditas. El primer día jugará con la mano; el segundo, si se atreve, se lo meterá a la boca y lo sacará probablemente. Es normal, que así sea. Pero hay que irle acostumbrando a nuevas texturas como si fuera un juego.

¿Cuál es el objetivo final?
Que a partir de los doce meses consigamos sentar en la mesa a nuestros hijos y que sean capaces de comer lo mismo que nosotros.

¿Cómo se consigue eso ?
Dando ejemplo. Los niños deben aprender a comer como tú lo haces. No pretendas que se coma unos garbanzos con espinacas y tú no lo hagas. Empieza a comerlo tú y ya verás cómo el niño acaba comiéndolo. Eso sí, a él le daremos todo bien triturado.

¿Qué otra cosa deben aprender en la mesa?
A comer bien, a triturar bien los alimentos en la boca. Hay que enseñarles a masticar bien desde que tienen los primeros dientes. Y también hay que educarles unos hábitos de saber estar en la mesa. 

Vayamos al grano, ¿cómo debe ser la alimentación?
Muy equilibrada. El niño está en plena construcción y necesita mucha energía, mucha gasolina, pero también necesita un aparejador para llevar a cabo esa obra. La alimentación debe estar compuesta por proteínas, hidratos de carbono, verduras y frutas.

¿Empecemos por el desayuno?
El desayuno será un lácteo, es decir, un yogur o un vaso de leche; un cereal, que puede ser un trozo de pan, unos cereales o unas galletas;y una pieza de fruta, como por ejemplo una rodajita de piña o un zumo pequeño.

¿A media mañana qué pueden comer?
Siempre una pieza de fruta. Los niños no deben llevar bocadillo al colegio. Lo mejor es una fruta o un puñado de frutos secos o unas galletas simples.

¿La comida?
La comida, que normalmente la hacen en los centros escolares, debe ser equilibrada a base de hidratos de carbono y proteínas.

¿De merienda?
Un bocadillo, que un día puede ser de chocolate, otro, de chorizo, etc. y acompañarlo con una pieza de fruta.

Y por último, ¿de cena?
La cena debe ser ligera. Un primer plato de verduras y de segundo, un plato a base de huevo o pescado. 

¿Cómo se les va introduciendo en las verduras?
Disfrazándolas. Por ejemplo, se puede hacer un puré de patatas de verduras. Hay que ir jugando con los colores para que no sea siempre verde. Hay que hacer purés de colores, naranja, con zanahorias, más pistacho, más blanco, etcétera.

Llega el fin de semana. ¿Hay qué seguir con la dieta equilibrada?
Sí, pero también puede llegar el premio de la pizza o de la hamburguesa. Eso lo haremos como algo especial, porque entre semana deberemos mantener el orden.

¿Hay cabida para las chucherías en la dieta?
El tema de la chucherías es difícil. Hay que darles un poco de libertad, pero marcando el día que debe haber chucherías. Porque cuando se prohíbe algo es peor. En estos casos hay que aplicar más la psicología, que está muy relacionada con la alimentación.

¿Y de repostería?
En la repostería estoy más abierta, siempre y cuando sea casera. En casa se pueden hacer cosas muy interesantes en el horno tradicional como bizcochos o rosquillas. Además es una forma de ir introduciendo a los niños en la cocina. Hay que quitar el miedo a que se ensucie la cocina.

¿Qué recoge en su libro "Mi bebé come sano"?
En primer lugar explico las fases del crecimiento del niño hasta los tres años. Luego hablo de la forma de introducir los alimentos en los bebés y por último, doy un total de 54 recetas sencillas y variadas, así como trucos de conservación de los alimentos.


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